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sábado, 22 de agosto de 2009

Cuidado con el juego

Supuesto diálogo interno:

-Sólo una más
-En la siguiente me repongo
-En la otra mano puedo recuperar lo empeñado
-Sólo necesito una jugada ganadora
-Nada más una…

Si no tienes cuidado, puedes acabar así:




Está vestido con una toalla

Realmente te puedes encontrar de todo en las calles.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Está en los genes

Papá








Mamá









Yop

Mientras yo subía a un juego:

Mamá: ¿Pero cómo puedes dejar que se suba ahí?
Papá: Pues... les enseñamos a no tener miedo... ¿qué puedo hacer ahora?



Se supone que estoy aquí (sólo que de noche, para no quemarme el trasero)

(http://www.kaosklub.com/wp-content/uploads/2008/02/stratosphere-tower21.jpg)

Después del juego. Antes de bajar


¿Qué esperaban de mí?

jueves, 23 de julio de 2009

Calle Melancolía


Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.

Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.

Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.

Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.

Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.

Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.



Joaquín Sabina




Ideas


Formas de expresarse, maneras de presentar las ideas, modo de querer dejar huella en la memoria, aunque sea en la propia.

Si decimos las cosas en voz alta es más fácil que nos acordemos de aquello que dijimos. Y si las escribimos, hay todavía más posibilidad de que no las olvidemos.


viernes, 10 de julio de 2009

Dejarse ser


Por fin la dejó ir, lo había logrado. La lágrima que no había dejado salir y que se la pasaba amenazando con escaparse. Cuántas veces pensó que estaba a punto de perderla, pero alcanzaba a retenerla, la escondía, la camuflajeaba.

Había intentado de todo para evitar derramarla, no quería demostrar debilidad. Lo vulnerable que se sentía ante este estado de ánimo era algo que no aceptaba, pero sobre todo, se resistía frente a la posibilidad de exponerse ante los demás.

Mostrarse tal cual era no estaba en sus planes, no podía recordar desde cuando no había demostrado sus sentimientos, especialmente los negativos, tampoco compartía sus ideales, sueños y esperanzas.

Era la seguridad, falsa seguridad, lo que provocaba esta actitud, pues sólo podía replegarse hacia sí. Cuando las emociones amenazaban con dominar la situación, buscaba volver a tener el control, a esconder aquel dolor que no se permitía sentir.

Pero había llegado el momento de ser diferente. Se cansó de ocultar sus emociones, de esconderse de los demás y de sí. Era tiempo de evolucionar, de mostrarse tal cual era.


viernes, 3 de julio de 2009

El mundo del revés


Lo primero que vi a través de mi ventana fue el incipiente pasto que crecía en el jardín, pero tenía algo raro, se veía diferente, -¿qué es?, ¿qué es?- me preguntaba.

Yo seguía metida en cama, acurrucada bajo la sábana. En realidad, estaba hecha un ovillo y tenía esa extraña sensación en la boca del estómago, era como un vacío, como cuando estas cayendo, entonces fue que me di cuenta.

Cerré los ojos, me estaba mareando. No, no seguía dormida, simplemente permanecía sobre la cama… bueno, en realidad la cama era la que estaba arriba de mí, porque todo se encontraba de cabeza, viendo mi cuarto desde el techo, pensé “tanto dije que el mundo estaba al revés, que terminó por cumplirse”.


martes, 30 de junio de 2009

Cercar


Así había sido desde la infancia, una persona aislada. No mostraba interés por las actividades cotidianas. Tenía muchas posibilidades: salir a jugar con los amigos, a una fiesta de cumpleaños, a parques de diversiones, a comer, al cine. Tampoco le gustaba salir de vacaciones, le parecía una pérdida de tiempo. Cuando creció y no tenía trabajo que hacer, se la pasaba ausente de sí, en otro mundo, en otra vida, en otra persona, no importaba si había luz o se encontraba en completa oscuridad. Quería dejar de pertenecerse, en algunas ocasiones anhelaba ser alguien más, en otras, imaginaba que dejaba de existir, simplemente desaparecía, como el humo se desvanece en el aire.


lunes, 22 de junio de 2009

Esencias


Desde pequeña había soñado que todo cuanto deseara se convirtiera en realidad. Que de pronto, las verduras tuvieran sabor a golosinas, que las inyecciones hicieran cosquillas, que jugar en la lluvia no enfermara, que los animales salvajes pudieran domesticarse, que en lugar de montañas, la ciudad estuviera rodeada de mar (por lo menos uno de sus lados), que la tristeza se pudiera desaparecer con una caricia, una flor y un beso, que se aprendieran matemáticas con sólo quererlo.

De grande, desea otras cosas, pero sigue soñando que sus deseos se convierten en realidad.


viernes, 19 de junio de 2009

¡Cuenta, cuenta!


Un borreguito, dos borreguitos, tres borreguitos, cuatro borreguitos, cinco borreguitos…


domingo, 14 de junio de 2009

¿Cuál prefieres?



“No te quiero herir, por eso te miento”

“Te respeto, por eso no te miento, pero te oculto algo”

“Te quiero, por eso no hago aquello que necesitaré esconder, para no herirte”

“Te amo, por eso te hablo con la verdad y tú decides si sigues conmigo a pesar de…”



Me inclino por la última.


lunes, 8 de junio de 2009

A dos años



8 de Junio de 2007

Estas palabras son para un ser humano maravilloso. Para una persona que a lo largo de toda su vida se dedicó a estar al servicio de los demás.

Quienes tuvimos la dicha de conocerla realmente, podemos recordar innumerables ocasiones en que, con una visita, con una palabra de aliento, con una sonrisa y la seguridad de sus oraciones, podía llenar de paz y esperanza a las personas a su alrededor.

También podemos recordarla como aquella a la que se podía recurrir en los momentos difíciles, estaba siempre atenta a servir a los demás, dispuesta a visitar y atender a un enfermo o a consolar a una familia por la partida de un ser querido.

Durante toda su vida se dedicó a realizar actividades productivas sin queja alguna, era una persona independiente y autosuficiente, evitaba molestar o, como ella decía: "ser una carga" para los demás, aunque se sintiera mal y necesitara cuidados, pues estaba acostumbrada a valerse por sí misma.

En cada una de sus conversaciones y partes de su vida incluía siempre a Dios, hablaba de él y hablaba con él, agradecía por todo lo que tenía, y cuando pedía, lo hacía por y para los demás, siempre tenía a alguien por quien rezar y muchos estuvimos en sus oraciones constantemente.

En su casa como en su corazón, recibía con la puerta y brazos abiertos a quien la buscara o necesitara, nunca le negó la palabra o el saludo a alguien, al contrario, buscaba reconciliar a las personas, siempre encontraba una excusa para los demás, siempre buscaba una explicación benévola para quienes la herían, pasó gran parte de su vida justificando las acciones de las personas.

Por eso, ella quiso que sus restos mortales descansaran en este lugar, junto a su madre, junto a su esposo (Abuelito Humberto) donde no hay muros, ni paredes, ni cadenas, ni candados que impidan visitarla o dejarle flores, donde puede seguir estando disponible para los demás, como siempre lo estuvo en vida.

Para ella, para esa persona tan amada y querida, que recibía con serena alegría las cosas buenas y con valiente resignación los golpes en su vida, están dedicadas estas palabras, como una forma de conmemorar lo que fue y que seguirá siendo en los corazones de quienes la amamos.

Para Doña Cristina. . . . Abuelita Cristinita.


sábado, 30 de mayo de 2009

¿Problema? ¿Actual?


El déficit de atención de los alumnos es un tema que se está utilizando en estos últimos años, concretamente en los estudiantes de primaria y secundaria. El número de alumnos “diagnosticados” con este problema va en aumento.

Las preguntas serían:

-¿A qué se debe esta falta de atención?
-¿Será realmente por cuestiones problemáticas en los alumnos?
-¿Se deberá a que los alumnos tienen menos tiempo de atención gracias a la era tecnológica en la que nos encontramos?
-¿Queremos alumnos robots?
-¿Tendrá algo que ver el que los maestros no nos hemos dedicado a actualizarnos en lo que se refiere a las necesidades y contextos actuales de los alumnos?
-¿Hemos aprovechado las oportunidades que se presentan en el salón?
-¿Hemos incorporado los intereses de los alumnos para motivarlos a participar?
-¿Pretendemos que los alumnos se entusiasmen con la materia cuando no paramos de hablar de lo que a nosotros nos gusta, nos interesa o parece importante?
-¿Preparamos la clase pensando en ellos o en nosotros, en lo que pueden/deben aprender o en lo que me será más “fácil” de enseñar?
-Eso de lo que nosotros hablamos, ¿le sirve de algo a los alumnos?
-¿Corresponde a su realidad?
-¿Lo pueden aplicar?

-¿Será que me doy cuenta cuando lo veo pero no cuando lo aplico?

Preguntas: muchas.
Respuestas: …

domingo, 24 de mayo de 2009

Encuentra las diferencias


Él iba vestido como el zorro, todo un aventurero… tan atrevido, un hombre público, héroe alucinante. No se parecía a su atuendo de callejero, de hombre de la vida.

Ella iba vestida como la zorra, toda una aventurera… tan atrevida, una mujer pública, heroína alucinante. No se parecía a su atuendo de callejera, de mujer de la vida.


jueves, 7 de mayo de 2009

Sombras


Sombras proyectadas en las superficies: extensas, angulosas, delineadas, anchas, redondeadas, alargadas, de todo tipo, tan parecidas y tan diferentes. Sombras que provocan temor y angustia. Aquellas, amenazantes, que se mueven a ritmo macabro y despiertan horrendas pesadillas olvidadas. Sombras que no se pueden controlar, pues aunque ya no se proyecte en la superficie, ahí está la figura que la crea y recrea en la memoria el misterio que les da vida, atemorizando, confundiendo y atormentando.


lunes, 4 de mayo de 2009

Enseñanzas


Todos somos maestros. Todos tenemos la oportunidad de enseñar. Pero, ¿sabemos realmente lo que estamos enseñando?



Siempre hay personitas observando: hij@s, herman@s, prim@s, sobrin@s, ahijad@s, vecin@s, conocid@s y desconocid@s.

La frase: "Las palabras convencen, el ejemplo arrastra", parece conveniente ¿no?


domingo, 26 de abril de 2009

Coincidencias


Cuando en México se dio la noticia del chupacabras, todos los eventos relacionados con este “personaje” distrajeron mucho la atención de cierta crisis por la que estábamos pasando. Las armas nucleares de Hussein nunca aparecieron, pero luego no se dio mucha importancia a la invasión a su país. Los ataques del 9-11, la búsqueda de Bin Laden, las confrontaciones con otros países, el ántrax, las vacas locas, la gripe aviar, los ovnis, etc. tienen todavía ocupadas a muchas personas como para preocuparse por la crisis económica y otras cosas. Preocuparse por los casos de influenza o gripe porcina es importante, se requiere tener cuidado cuando se trata de controlar una posible pandemia pero, ¿sabemos de qué nos estamos distrayendo?

lunes, 20 de abril de 2009

Sueño, pesadilla o una anticipada realidad


Iba yo por la calle cargando una maqueta del largo de mis codos cuando mis brazos están extendidos en cruz. Se notaba que tenía prisa, mi paso era apurado, más bien apresurado (si es que hay alguna diferencia) y el corazón lo sentía acelerado. Iba llegando a la escuela, se supone que a la Normal, pero no tenía el aspecto de la Normal (ya se sabe que en los sueños las cosas no son como en la realidad).

Pero antes de llegar ahí, entré a la casa de al lado (sí, en mi sueño había una casa al lado de la Normal que no parecía la real Normal), entré como Pedro por su casa, puse la maqueta en una mesa y comencé a darme opciones de hacer muñequitos para ella, pensaba en utilizar periódico de base y luego forrarlos con cartoncillo.

Estaba en eso cuando llegó Lidia preguntándome “¿Te ayudo en algo?”, a lo que le respondí “Pues estoy haciendo los monitos, pero ya hiciste bastante porque conseguiste la casa de tu tía (se supone que la tía nos prestó la casa para cuando necesitáramos algo y nos dio las llaves) y Jessy hizo la maqueta, sólo faltan los mugrosos monitos”.

Y ahí estaba yo, tratando de formar los mentados muñequitos cuando veo el reloj (no recuerdo la hora) pero ya era tiempo de ir a la escuela, pues resulta que ya habíamos perdido la primera clase y en la segunda teníamos clase con el profesor N (de a buenas que no soñé con una maestra, porque este semestre sólo tenemos una, no habría pierde) y no podíamos faltar. Salimos casi corriendo y subimos las escaleras (de metal) a toda prisa, afortunadamente llegamos a tiempo y no nos regañaron, pero el maestro estaba preparando un discurso para otro tipo de regaño, cuando estaba iniciando… me desperté.

¿Así o más traumada?

Me encanta soñar, pero más me gusta recordar los sueños.



martes, 14 de abril de 2009

Visita al dentista III


Creo que ya me extendí mucho en este tema, pero sigo impresionada por mi dentista. El martes pasado me quitó dos caries, y el miércoles me repuso dos empastes que se están desmoronando, después su esposa me hará la limpieza. No se me quita el nervio de la anticipación del sonidito del mentado aparatito, pero definitivamente ya no es como antes, después de dos años de mi último tratamiento de caries, me di cuenta que el martes no detuve el trabajo para nada, no sentí molestia alguna, no me quejé de nada y vaya que el doctor me preguntó en varias ocasiones: “¿Cómo vamos? ¿Estamos bien? ¿Molesta?” pero no, todo estaba bien.

El miércoles me quejé un poco, pero fue porque ya me había puesto anestesia en un lado de la boca, porque entre el empaste y la encía se había formado un poco de caries. Como en el otro diente sólo iba a reemplazar el empaste, no me puso anestesia, ya que casi no tocó el diente, así que en dos ocasiones le pedí que parara, lo que hizo inmediatamente diciéndome: “lo sé, lo sé, ya está”. En realidad tengo que agradecerle que no haya puesto anestesia, primero porque no se necesitaba realmente y luego porque me invitaron a comer, lo que no habría podido hacer teniendo ambos lados de la boca anestesiada. Tal vez, sí hubiera podido comer, pero hubiera dado un espectáculo bastante inapropiado al resto de los comensales, si de por sí...

Al terminar la consulta estábamos revisando mi expediente dientístico cuando el doctor se dio cuenta que siempre pido citas entre marzo, abril y mayo, sólo una vez en diciembre…

El día de hoy la Dra. Andrea (su esposa) me hizo la limpieza dental, de acuerdo a su diagnóstico, mis dientes están descalcificados. Sí, por mi afición, y adicción, a los ácidos. No, los dientes no se regeneran, solamente los puedo preparar para el trato rudo con pastas, geles y enjuagues especiales. Me dijo: “sí puedes comerlos (chilitos y demás), pero te tienes que cepillar inmediatamente”. Gracias, por lo general no tengo tiempo de hacer eso, además de que no me convenzo de cepillarme a cada rato, pero bueno, es eso o perder poco a poco mis dientes, eso después de que se pongan cafés, no amarillos, cafés. No, el dejar de comer chilitos no es una opción para mí. Me choca.


sábado, 11 de abril de 2009

Visita al dentista II


Continuando con el tema de la visita al dentista y de mi nerviosismo ante esa clase de enfrentamiento, en la primera visita con el Dr. Alfredo (mi actual dentista) él notó eso de inmediato, se puso a platicar conmigo, a distraerme, me explicó paso a paso lo que iba a hacer o estaba haciendo, me prestó una de esas pelotitas para el estrés que puedes apretar constantemente para que pudiera calmarme un poco.

Como lo que iba a hacer era una endodoncia, me explicó que primero tenía que sacar radiografías, ubicar el lugar de las raíces de la muela, seleccionar la manera más conveniente de proceder, remover parte de la muela con ese endemoniado aparatito ruidoso, extraer el nervio, colocar un poste y luego la corona que tuviera el tono de mis dientes, para lo cual primero tenía que sacar impresiones de mis dientes con una pasta que se ubica tan profundo y se desparrama tanto, que intenta ahogarte en algún punto del procedimiento.

También me dijo que le gustaba estar realmente atendiendo bien a cada paciente que veía, así que agendaba citas cada dos horas como mínimo, para dedicarse a tratar adecuadamente y con calidad a cada uno, sin sentirse presionado por el tiempo o de que lo estuviera esperando el siguiente paciente, que lo llevaría a ser más brusco y menos cuidadoso, provocando dolor e incomodidad en las personas que atendía.

Conforme el doctor iba trabajando me fui calmando, aunque tengo que admitir que en el inicio interrumpí su trabajo en varias ocasiones, pero sólo por la ansiedad, él se detenía, platicaba un poco más, me distraía y volvía a empezar. Su modo de trabajar me fue relajando, además que actuaba con calma y cuidado, me dio la tranquilidad de que si sentía dolor me pondría más anestesia o que esperaría más para que me tranquilizara, me sacaba plática para distraerme después de cierto tiempo y volvía a trabajar.

Cuando se emocionaba con un tema del que estaba hablando, sacaba las manos e instrumentos de mi boca y platicaba tranquilamente, me daba la oportunidad de contestar y también para que yo descansara de estar tanto tiempo con la boca abierta. En las endodoncias llega un punto, cuando ponen el poste, que el área en cuestión debe estar totalmente seca, así que te ponen un aparato, metálico por supuesto, que te abre toda la boca, con un plástico como de globo (pero más resistente) que te cubre completamente (la boca, claro está) y sólo deja al descubierto la muela o el diente con el que se trabaja y así permaneces un buen rato.

Estábamos en esa etapa y para cuando acordé, el doctor casi estaba terminando de poner el poste, entonces me di cuenta de que me estaba quedando dormida… ¡YO me estaba quedando DORMIDA en el consultorio del DENTISTA, mientras me hacía una ENDODONCIA! Comencé a preocuparme “¿Estaré perdiendo el miedo? ¿Me habrá dado algo extra el doctor en la anestesia? ¿Cómo es que me estoy quedando dormida? ¿Será la plática del doctor? ¿Mi nivel de estrés llegó tan alto que ya no lo siento?”

Empecé a percatarme de la forma de trabajar del doctor, lo hacía diligentemente pero sin prisa, con cuidado, apoyándose en la mandíbula pero sin recargarse, preguntando constantemente: “¿Vamos bien?” al principio yo intentaba contestarle hablando (sí, sólo emitía sonidos imposibles de entender), así que me dijo que con la mano le hiciera saber sí o no, hasta que me cansé, me distraje o no sé qué, pero dejé de contestar y él dejó de preguntar, se limitó a contarme algunas cosas de su vida, su esposa (que trabaja en el consultorio de al lado), sus hijos, la escuela de sus hijos, artículos de la revista Selecciones, Muy interesante, etc.

Cuando terminó de trabajar, me preguntó si me había quedado dormida (es un procedimiento algo largo) y le contesté que casi me quedo dormida, él sólo sonrió y mencionó que algunos pacientes incluso llegan a roncar. Si me lo hubiera dicho hora y media antes claro que no le hubiera creído. Aún con la boca dormida, le agradecí la consulta, le pregunté si tenía indicaciones especiales (los anteriores siempre me mandaban con una serie de instrucciones que parecía instalaciones de un aparato electrónico) y lo único que me dijo fue: “Arrachera, cabrito y machacado, puedes comer lo que quieras desde ahora”, casi lo abrazo.

Claro que desde entonces él es mi dentista, y de mi familia, aunque suene a comercial, sólo espero que siga ejerciendo hasta que ya no me queden dientes que arreglar, porque no sé dónde pueda encontrar un dentista como él. En esa primera cita era sólo para la endodoncia (¿quería más?), pero descubrió unas cuantas caries escondidas que me tuvieron un buen número de citas seguidas en su consultorio ya que, como lo mencioné, no puedo dejar de comer golosinas, pero especialmente porque cuando las como, generalmente no tengo oportunidad de lavarme los dientes inmediatamente para que el ácido no maltrate el esmalte.


jueves, 9 de abril de 2009

Visita al dentista I


Uno de los peores días que puede existir es en el que te toca cita con el dentista. Desde que tengo memoria, para mí, los dentistas son un mal necesario, pero mi dentista actual, que lo es desde hace 10 años exactamente, se ha encargado de irme quitando esa idea… sí, los traumas profundos y que provienen desde la infancia son difíciles de tratar.

A mi dentista lo conocí por recomendación de una amiga. Ya había tenido experiencias con cerca de 6 dentistas en mi vida, y todo gracias a mi afecto desmedido, por no decir adicción, a dulces, tamarindos, chilitos, limón en casi todas mis comidas, salsas, etc., no se nota ¿verdad? Supongo que no está de más decir que las primeras visitas fueron las peores y más impactantes.

Los trabajos que estos y estas dentistas hacían iban desde extracciones, que me dejaban adolorida durante dos días por lo menos, empastes (ahora resinas) con los que sólo podía comer cosas prácticamente líquidas por un tiempo y, lo más doloroso e incómodo: endodoncias. Para cuando llegué con mi dentista, estaba tan traumada que el sólo imaginarme el escuchar la dichosa maquinita para caries me ponía muy nerviosa, de hecho, el pensar en un dentista me ponía ansiosa.

En todas las ocasiones terminaba indudablemente con dolores muy feos, con sensación de hormigueo durante horas y cansancio general debido al estrés y la tensión que provoca estar recostada con la boca abierta sólo esperando no saltar hasta el techo al sentir los dolores o calambres provocados por los instrumentos metálicos, y sin mencionar, claro está, las inyecciones de anestesia, jalones y dolores durante las intervenciones.

domingo, 29 de marzo de 2009

¿Qué hacer en una tarde de primavera?


Era plena tarde de un día brillante y soleado, estuvo corriendo un viento que parecía tener mucha prisa por llegar a una cita en alguna parte muy lejana.

Con el calor algo fuerte, se antojaba estar a resguardo de alguna sombra, de preferencia climatizada, aunque también sonaba bien permanecer bajo el abrigo de un frondoso árbol, sintiendo sobre el rostro el roce cálido del viento.

Fue uno de esos días en que quisiera poder permanecer todo el tiempo posible al aire libre. Desafortunadamente no fue posible, por razones escolares y familiares sólo pude salir de la casa a la camioneta y de ahí a encerrarme otra vez.

Aunque, al final, tuve la oportunidad de disfrutar de una corta, relajante y grata caminata nocturna, acompañada sólo de música adecuada al estado de ánimo.

Ya no hacía calor, ahora era el suave viento fresco el que se paseaba libremente por entre las figuras nocturnas. Alborotaba las nacientes hojas de los árboles, revolvía el cabello, silbaba suavemente, algo para disfrutar.

Lástima que duró muy poco. Sólo espero tener pronto otra oportunidad de poder disfrutar de algo así nuevamente, sin prisas ni preocupaciones, saboreando cada impulso del viento y de la voluntad. La primavera es para gozarla, sola o acompañada.

jueves, 19 de marzo de 2009

Aprendizajes de hoy (cualquier día)


Delirios de grandeza, presunción de sabiduría y perfección. Actitudes intransigentes, implementación de autoritarismo, emisión de juicios a conveniencia propia.

La capacidad de escucha atrofiada y el hábito -y gusto- de escucharse a sí mismo hiperdesarrollada (y hacer que los demás tengan que escucharlo).

Sacrificar el derecho que los demás tienen de pensar por sí mismos, de tener ideas propias, de expresarse libremente sin que se les tenga que contradecir, de manera general o puntual.

lunes, 16 de marzo de 2009

Esencia de la vida


Buscando la esencia de la vida me he topado con diferentes teorías. Cada una con su explicación, o simplemente con la opinión de los que la defienden.

1. El alma. Aquello con lo que se nace, que hace a las personas originalmente buenas, pero que las circunstancias de la vida (y una que otra tentación) pueden distraer de su fin último: la salvación.

2. El espíritu. Lo que mantiene vivo al cuerpo, proporciona energía vital, es capaz de reconocer la bondad de la maldad y guía a la voluntad hacia una en específico.

3. El karma. Energía encargada de devolver lo que se da y procura el equilibrio del universo, si se dan cosas buenas, se reciben cosas buenas y lo mismo sucede con lo malo.

4. La aventura. Situación que hace acelerar el pulso, implica innovación y cambio constante, por lo general implica peligro controlado.

5. La felicidad. Estado mental, refleja la satisfacción, no el conformismo, con lo que se es y con lo que se tiene, disfrutando de cada momento.

6. La emoción. Aquella que da sentido a lo que se vive, sea considerado como bueno o como malo, lo que le da sabor a la vida.

7. El conocimiento. Lo que da sentido concreto y objetivo a la existencia, le da una explicación del porqué hacer las cosas, para saber más y ser mejor que los demás.

8. La competencia. Relacionada con la emoción que provoca la aventura, pero con el sentido de que se entrega todo de sí en el logro de los objetivos y, aunque se hace todo lo posible por ganar, no es el fin último.

9. El ganar. Estrechamente relacionado con el anterior, pero en esta se busca ganar, de lo contrario no se vive bien, no se sirve para nada, por lo tanto, no se tiene la esencia de la vida, en esto se incluye sólo lo personal.

10. La familia. Institución social que respalda, por lo general, a las personas, con quienes se pueden llorar los fracasos y celebrar los triunfos de manera incondicional, sin la cual, para algunos, la vida no tiene sentido.

No es un estudio profundo, es lo que recuerdo los identifica y caracteriza a cada uno, aunque no son los únicos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Nave Especial


Quiero una nave especial (no espacial). Una nave que cuando no se utilice pueda inactivarse; que cuando esto suceda la nave cambie de tamaño, es decir, se encoja hasta alcanzar un tamaño tal que pueda introducirse fácilmente en un bolso de dimensiones regulares. Algo así como la mochilita deportiva que utilizaba Sport Billy, de la que podía sacar una pequeña escalera que, al ponerla en el piso y recargarla en alguna pared, crecía y que, cuando ya no la utilizaba, se volvía a encoger.

Esa nave deberá tener la capacidad desde una a varias personas (no hay que ser egoístas, si se puede ayudar a los demás hay que hacerlo, especialmente si conocemos el sufrimiento por el que están pasando), para que pueda transportarlos a donde se quiera en una fracción de segundo o a paso de tortuga, dependerá de la prisa que se tenga; además deberá tener la característica de ser invisible, de esta manera nadie que no deba se dará cuenta a dónde, cómo y cuándo se fueron estas personas.

De momento es lo que se me ocurre que puede tener esta nave espacial que yo quiero, tal vez después se me ocurra algo mejor o nuevos aditamentos que la hagan más funcional para los propósitos personales. Se aceptan sugerencias.

jueves, 12 de febrero de 2009

Locura esperanzada


Será la costumbre o será el temor que despierta la amenaza, tal vez sea la, mal llamada, responsabilidad.

Será la falsa ilusión de que algo va a ser diferente. Porque es necesario creer en algo, que ese algo puede ser mejor de lo que ha demostrado ser.

Será que, estúpidamente, se espera obtener resultados diferentes de los que siempre se han obtenido.

Esperanza. Esta puede ser una de las mejores definiciones de locura, qué irónico.

viernes, 6 de febrero de 2009

Aliados Indispensables


Palabra de aliento
Soledad acompañada
Mirada de comprensión
Abrazo espontáneo
Sonrisa cómplice
Asentimiento sincero
Perdón del error
Silencio elocuente
Gesto de ternura
Amistad entregada
Mano amiga
Compromiso en libertad
Aceptación amorosa
Guía benevolente
Escucha atenta
Ayuda incondicional
Espíritu aventurero
Buen consejo
Disposición personal
Comunicación eficaz
Y muchos más…

jueves, 29 de enero de 2009

Ligereza y pesadez


Este no es un escrito realizado a altas horas de la noche, pero el estado de letargo sería de gran parecido.
… ... ... ... ... ... ... ... ... ... .... .... .... ... ... ... ... ... ... ... ...
Pensamientos activos y dispuestos a expandirse, ligeros, deseosos de vagar, ir y venir, subir y bajar. Participar con los pensamientos ligeros, elevarse en el espacio mental, viajar a través del recuerdo y la imaginación; ayudarles a los pensamientos a ir creciendo, madurando, diversificando los caminos ya recorridos, para generar la oportunidad de crear otros, nuevos, interesantes, emocionantes.

La pesadez llega cuando se retienen a los pensamientos activos, no se les permite ser, se desinflan las ilusiones y las ensoñaciones. Son amarradas sus expectativas, amordazadas sus consciencias, humilladas sus voluntades, automatizadas sus acciones, tensionadas sus resistencias, abandonadas sus esperanzas, acartonadas sus acciones.

Es cuando el tiempo transcurre terriblemente lento. Llega un momento en que las agujas del reloj parecen burlarse, disfrutar la agonía ocasionada por su lento movimiento; cada vuelta de minuto se siente eterna, no se diga una vuelta de hora.

¿Cómo contrarrestar esta situación? Cómo aprender a sobrellevar, o sobrevivir, cuando el tiempo se arrastra más lento que el derretimiento de un cubo de hielo en el Polo Norte.

sábado, 24 de enero de 2009

Sueños


Las ilusiones de la infancia suelen resurgir en la memoria de manera inesperada, invadiendo los sentidos, saturándolos de recuerdos, transportando la mente a tiempos llenos de imaginación y de entusiasmo.

Al volver a este pasado de ensueño, es casi imposible no recuperar momentáneamente todo lo que se encontraba alrededor: olores, imágenes, sensaciones, personas, etc., dando la oportunidad de poder viajar en el tiempo, revivir, casi de manera real, aquello que pasaba por la cabeza.

Con estas experiencias, de recordar los sueños que se tenían de pequeños, se va recuperando la alegría inocente de los primeros años, la dulce ingenuidad de la omnipotencia. Es gracias a los sueños de la infancia que se llegan a establecer nuevas metas, incluso pueden alcanzar aquellas que parecían imposibles.

Para algunos, la frase: recordar es volver a vivir significa, entre otras cosas, que es la oportunidad de recuperar la fuerza de voluntad, la ilusión y el empuje para alcanzar aquello por lo que vale la pena luchar, aquello que emociona y remonta a la etapa en que se era todopoderoso.

sábado, 17 de enero de 2009

Cambio


Era una mujer como alguna otra, sencilla, abierta, comunicativa, le gustaba estar con su familia y dedicarle tiempo al cuidado de su casa, disfrutaba una buena conversación, además de que apreciaba de vez en cuando un buen silencio.

Después de un tiempo, comenzó a descubrir algunas situaciones intrigantes en su pareja, parecía distraído cuando le hablaba, la mayoría del tiempo parecía cansado, pasaba mucho tiempo fuera de casa y no le daba importancia a las cosas qua antes disfrutaba hacer.

En una ocasión, después de algunas discusiones que iniciaron con tonterías sin importancia, él decidió que ya no quería seguir así, de manera que al final tomó la alternativa que le pareció más fácil.

domingo, 4 de enero de 2009

Exilio


La luz le daba de lleno en el rostro, era tan intensa que le hizo despertarse, no podía ver nada más que el brillo resplandeciendo ante su mirada, aunque cerrara los ojos y volteara la cabeza para ocultar la cara, la continuaba viendo.

Parecía que la luz la seguía a donde quiera que dirigiera el rostro, no se podía deshacer de ella. Comenzaba a desesperarse, quería que se fuera, que se apagara, que se fundiera, lo que sea, pero que dejara de perseguirla.

Desde hacía tiempo se había acostumbrado a permanecer en la oscuridad, a vivir en la penumbra. Conforme sus ojos se fueron habituando a la intensidad de la luz recordó cómo fue que llegó a ese estado de lobreguez.

Ella misma había forrado las ventanas de la casa con papel oscuro, había añadido cortinas gruesas, dobles. También se había asegurado de no salir primero forrando y luego apilando grandes muebles en las puertas que daban hacia afuera.

Había quitado los apagadores para no tener la tentación de encender la luz, no había lámparas de mano, cerillos ni encendedores. Se proveyó de alimentos no perecederos para no tener que salir a comprar nada.

Habían pasado algunas semanas mientras ella vivía en su extraño auto-exilio, pero una noche ocurrió que se tropezó con la mesa que se encontraba entre la ventana de su cuarto y la cama donde dormía, provocando que se cayeran las cortinas y se rasgara el papel.

Se olvidó de restaurarlos y se fue a dormir, hasta que sintió que la luz le daba de lleno en el rostro, era tan intensa que le hizo despertarse…

viernes, 2 de enero de 2009

La Habitación


Ubicado en el centro de la habitación podía tener dominio visual de lo que le rodeaba. Iniciando desde la puerta de entrada, pasando por donde se encontraba, hasta terminar en el otro extremo del cuarto.

Si veía de frente la puerta y realizaba una inspección visual hacia la izquierda, podía ver la pared pintada hacía ya tiempo que empezaba a descarapelarse, después el pequeño sillón reclinable que ya tenía marcada la forma de su propio cuerpo debido a la cantidad de tiempo que pasaba ahí, leyendo, escribiendo, a veces durmiendo, pero casi siempre simplemente se reclinaba y pensaba.

No es que pensara en algo específicamente, simplemente dejaba a la mente divagar, pasearse en libertad por lo donde quisiera (cosa que estaba haciendo nuevamente). Ahora podía ver la mesita de madera que había al lado del sillón reclinable, ya estaba desgastada por el uso, rayada sin querer, incluso tenía algunas manchas en su superficie, ya que había terminado por absorber algunos de los líquidos derramados sobre ella.

Después se encontraba un escritorio, ese donde se suponía que debía trabajar, pero que utilizaba como base de una pila de papeles, folders, accesorios de oficina, libros, engargolados, carpetas y demás.

Al llegar a la silla que hacía juego con el escritorio se dio cuenta que no quería seguir haciendo una revisión de la habitación, así que se dirigió a su sillón, ese que ya tenía amoldada la forma de su cuerpo, hizo fuerza con la espalda y con los brazos, se reclinó hacia atrás y comenzó a dejar que su mente divagara por donde quisiera, que fuera a donde le pareciera mejor.

jueves, 1 de enero de 2009

Presentación

Recopilación de escritos, elaborados principalmente en horas que se supone debería estar durmiendo.

Algunos son de hace ya tiempo, no pienso modificarlos sino ponerlos tal cual los escribí.



Así que no son necesariamente coherentes o claros. De ahí el nombre del blog.